El Tribuno

Un templo de Afrodita fue encontrado por arqueólogos submarinos

●El Mediterráneo ha guardado secretos durante dos mil años. Ahora, algunos de ellos comienzan a revelarse a partir del descubrimiento de un templo en la costa de Egipto.

Durante las últimas tres décadas, la legendaria ciudad de Alejandría ha sido fuente de inimaginables descubrimientos para la arqueología egipcia. La urbe fue fundada por Alejandro Magno en el año 331 antes de nuestra era. Su ubicación portuaria la convirtió durante siglos en epicentro de intercambios comerciales, políticos y económicos. Sería el propio mar Mediterráneo el que devoraría la fastuosa capital, que con el paso del tiempo ha quedado sumergida frente a la ciudad moderna.

En la semana una misión arqueológica egipcio-francesa anunció el descubrimiento de un templo del siglo V a.C. dedicado a la diosa griega Afrodita en la ciudad sumergida de Thonis-Heraclion, ubicada en el golfo de Abu Qir, en la ciudad mediterránea egipcia de Alejandría, según informó el Ministerio de Antigüedades de Egipto.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mostafa Waziri, dijo que la misión también encontró dentro de ese templo “hallazgos arqueológicos de bronce y cerámica importados de Grecia, además de restos de edificios apoyados con vigas de madera que datan del siglo V a.C.”.

La misión arqueológica, conformada por integrantes franceses y egipcios y coordinada por el Instituto Europeo de Arqueología Submarina

(IEAS), localizó, entre otros artefactos, piezas de orfebrería dedicadas al culto de esta y otras deidades.

Además, encontraron otras piezas arqueológicas pertenecientes al santuario de Amón-Gereb, también ubicado en la ciudad hundida bajo las aguas del Mediterráneo y donde se están realizando trabajos de excavación submarinos. Por su parte, el presidente del Instituto Europeo de Arqueología Submarina, el arqueólogo francés Franck Goddio, señaló que la zona en la que se almacenaban las ofrendas y objetos de valor en la parte occidental del templo de Amón son “joyas de oro, como aretes con forma de cabeza de león”.

Esas joyas también fueron moldeadas como el ojo de Uadyet, la diosa serpiente hija de Anubis que simboliza el calor del Sol y del fuego, así como un colgante y vasijas de alabastro que se usaban “para guardar perfumes y las cremas de embellecimiento”.

También encontraron “unos platos de plata que se usaban en los rituales religiosos y funerarios, además de una tetera de bronce en forma de pato”. No es la primera vez que la exploración de Thonis-Heracleion arroja impresionantes descubrimientos.

La zona, cuenta con la presencia de tesoros, grandes colosos, recintos religiosos y hasta barcos sumergidos. Se cree que Thonis-Heracleion se hundió durante un terremoto en el siglo II de nuestra era.

El recinto de Afrodita se encontraba cerca de un importante templo de Amón, quien en la antigua civilización egipcia era venerado como señor de lo oculto, la penumbra y la creación. La coexistencia de estos cultos nos recuerda la naturaleza cosmopolita de la ciudad, donde convivían distintas lenguas, tradiciones y formas de ver el mundo. La presencia de armas de origen griego sugiere que existían puestos militares desde los que se defendía la entrada a Alejandría, el puerto más importante del Mediterráneo antiguo. Desde Thonis-Heracleion se entraba a Egipto, accediendo a sus recursos: el oro, el papiro y el grano, que en el siglo I de nuestra era llegó a alimentar al Imperio Romano.

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2023-09-24T07:00:00.0000000Z

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