Olga Beatriz Parra (87) encarna la historia de la danza en Salta. Formó durante más 60 años a varias generaciones de bailarinas y bailarines, y deleitó con sus coreografías a miles de salteños.

Días atrás fue el centro de un agasajo organizado por sus afectos, exalumnos y colegas de diferentes puntos del país, quienes le expresaron un profundo cariño y admiración. El encuentro recibió el nombre de “Celebrando a Olga”. Quienes no pudieron asistir, se comunicaron a través de videollamadas desde diferentes provincias y desde Uruguay.

Una excelente formación

Desde muy pequeña ingresó al mundo del clásico de la mano del profesor Alfonso Montenegro, luego se perfeccionó con maestros de la talla de Ekatherina Galanta, Dora Kriner y Ángel Pericet. Incursionó también en la música, la pintura y estudió francés, el idioma de las artes.

Durante su etapa de preparación tomó cursos de Anatomía Funcional y Análisis del Movimiento con el profesor A. Alcazar; de Rítmica Daleroze, con la profesora Sirouyan, y de Técnica de la Barra a Terre, con Boris Kniasseff.

Su formación, sin lugar a dudas, incursionó en todos los detalles de una de sus grandes pasiones: la estética del movimiento y la expresión del cuerpo.

En ese largo transitar por el camino de las artes, se volcó a la docencia en 1956, año en el que creó su escuela de danzas.

Alejandra Cercená, su hija y actual directora de la Escuela Oficial de Ballet de la Provincia, en diálogo con

recordó: “Todavía puedo sentir el compás de los antiguos pisos de madera

El Tribuno

rechinando con cada paso y el sonido de esas altas puertas al abrir. En ese estudio albergó a miles de niños que durante más de 60 años ingresaron por el zaguán de la vieja casona al mundo mágico del Ballet”.

El mítico estudio se encontraba ubicado en Islas Malvinas 50, de la ciudad de Salta, un antiguo edificio familiar de fines del siglo XIX.

Influencia de escuelas

Desde 1970 a 1986, Olga Parra dirigió el Ballet Juvenil de la Provincia. Luego, en 1974, tomó cursos sobre Metodología Cecchetti de la Danza Clásica en Estados Unidos. La maestra de la danza salteña trabajó con Margaret Marsch, de la Imperial Society of Teachers of Dancing, de Londres; con el estadounidense Richard Englund del American Ballet.

También lo hizo con Marian Levin, del Julliard School, Estados Unidos; y con Brenda Hamlyn, de la Scala de Milán. En esa misma línea compartió proyectos profesionales con Fredbjorn Bjornson, del Royal Danish Ballet; con el Dr. David Drum, de Bio Mechanies of Human Locomotor, de Canada; Robert Barnet, del Atlanta Ballet; Alfredo Corvino del Julliard School;

Irina Kladiuova Pal, de Chescolovakia, entre otros.

Lista interminable

La lista de personalidades de las que se nutrió y a las que inspiró es interminable. La Dra. Silvia Rivero, una de sus discípulas, tal vez sintetiza el sentir de todos los alumnos que pasaron alguna vez por sus aulas y de quienes tuvieron la oportunidad de estar cerca suyo.