El Tribuno

El aprendizaje, en estado de emergencia

Por Mercedes Ottaviano Directora Ejecutiva de Leading Education

Tras meses de escuelas cerradas por la COVID-19, la educación volvió a ser tema en conferencias, planificaciones y en encuentros internacionales.

Más de 20 delegaciones de Latinoamérica y el Caribe participaron de un encuentro, en Bogotá, que se tituló “Un compromiso para la acción sobre los aprendizajes básicos y su recuperación” y partió de una estadística que se midió internacionalmente tras la pandemia: cuatro de cada cinco estudiantes de sexto de primaria en Latinoamérica y el Caribe no pueden leer un texto sencillo. Según estudios, después de dos años de cierre de escuelas en la región (algunos durante períodos más largos y otros más pequeños), los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de 10 años.

La conclusión fue que “los programas de recuperación temporales y a pequeña escala no solucionarán la crisis de aprendizaje. Y las soluciones a largo plazo y a gran escala requerirán la inversión en educación más ambiciosa de la historia de la región”. De esta manera, se afirmó que “no se trata solo de incrementar los recursos y las inversiones, sino de también garantizar un uso eficiente de los recursos ya disponibles”.

¿Qué rol tienen entonces los organismos internacionales en este desafiante contexto?

Estas instituciones desarrollan políticas que priorizan y establecen condiciones para préstamos y cooperaciones técnicas con el fin de facilitar “el acceso universal a la educación, y fortalecer la planificación, la organización, la administración y los métodos de enseñanza, así como apoyar las reformas de los sistema nacionales de educación”.

Ahora bien, no solo es la calidad de la educación lo que está en juego, también lo es la baja retención de los alumnos, la necesidad de modificar currículas para atraerlos, capacitarlos y prepararlos para el mercado laboral que lejos está -en muchos casos- de los egresados. Pero también es importante acercar la escuela a los alumnos y la utilización de la tecnología tiene un rol destacado en este punto. Las dificultades para lograr el acceso y la conexión universal también debe ser un factor relevante para los organismos.

Desde ya, no podemos reducir el problema educativo solamente a estos factores sin atender otros aspectos socio - económicos a los cuales también las instituciones deben atender.

Que la crisis que sufren los sistemas educativos hace décadas sea tomada en cuenta es un gran avance, pero claramente requiere de algo más que estar presente en papers y deseos, necesitan acciones claras, específicas y urgentes. Ojalá este contexto, a pesar de no ser el mejor, favorezca a que los distintos actores pongan de manifiesto las mejores políticas educativas en favor de los chicos y el futuro.

Opinión/

es-ar

2023-03-31T07:00:00.0000000Z

2023-03-31T07:00:00.0000000Z

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