El Tribuno

Especialistas salteños ponen la lupa en GH

Agustín Pérez Marchetta, Irma Silva e Ignacio Manuel Crespo analizan el interés por el reality.

Desde que comenzó, Gran Hermano 2022 es el programa más visto en la televisión argentina, con picos de 24 puntos de rating, también se mantiene como tendencia en las redes sociales desde hace semanas, convirtiéndolo en un verdadero fenómeno viral. La ola de GH arrasa en todos los canales de televisión y diversos medios, además tiene una marcada presencia en Facebook, Instagram y Tik Tok haciendo que aquellos usuarios que no ven el programa, por imposición, terminen interactuando y consumiendo contenido relacionado al reality show. La pregunta es, ¿por qué este formato llama tanto la atención de los televidentes?, ¿por qué la gente prefiere espiar qué hacen otras personas en lugar de ver otro tipo de programación?

El sociólogo salteño Agustín Pérez Marchetta brindó su mirada al respecto y la sintetizó en una frase: “Quizás es más sencillo ser espectador que protagonista”. Vale recordar que la primera temporada de GH fue transmitida por Telefe en 2001, cuando resultó ganador del certamen el profesor Marcelo Corazza.

Después de 21 años, a pesar de los cambios de época y tecnológicos, el formato de GH sigue dando rating. ¿Cómo se explica el interés por el reality? “Lo que tienen estos reality es que las personas lo sienten como menos actuado y más fresco, tiene que ver un poco con la sociedad del espectáculo, en su momento Andy Warhol dijo que todos van a querer sus 30 segundos de fama”, analizó el profesional.

Para la psicóloga salteña Irma Silva, “hay algo del orden de la intimidad del otro que fascina. Básicamente se expone la vida propia, las desventuras, felicidades, las cuestiones más propias, es desnudarse ante una ventana muy abierta y, de alguna manera, eso es lo que fascina”. En Gran Hermano un grupo de desconocidos conviven en una casa equipada con decenas de cámaras y micrófonos. Cada semana los participantes nominan a sus compañeros y la audiencia, con sus votos, decide quién es expulsado de la casa.

Si bien Silva no es asidua del programa, dijo que este le hace recordar a la película The Truman Show, el filme protagonizado por Jim Carrey en el papel de Truman Burbank; adoptado y criado por una corporación dentro de un show televisivo de realidad simulada que se centra en su vida, hasta que lo descubre y decide escapar. En este caso, los participantes entran a la casa por voluntad propia, pero “el Gran Hermano es precisamente el dueño de la casa y los participantes están dispuestos a obedecer y a hacer mérito ante él, y hasta pueden recurrir a las peores artes con tal de llegar a la final”, añadió.

Por su parte, el médico psiquiatra Ignacio Manuel Crespo indicó que al fenómeno de GH le caben distintos niveles de análisis. “El primero está en el hecho de qué es lo que nos ofrece la televisión hoy. Un formato en crisis frente a la multiplicidad de posibilidades que se abrieron a partir del uso de las redes, reforzado por el periodo de la pandemia. Un hecho que a la vez genera cambios de retroalimentación en las formas que recibimos información, nos entretenemos y finalmente consumimos. Hay que poder superar lo de Tik Tok”, expresó.

Otro nivel para el especialista tiene que ver con “la inagotable atracción que produce en la miserabilidad de los seres humanos. Un formato que aún explotado en extenso no parece terminarse nunca, los chimentos, los “mediáticos”. Y ahora el panóptico, que nos permite atestiguar y regocijarnos en los mínimos aspectos, intimidades y malicia de un grupo de personas que, por supuesto, no fue seleccionada de manera casual sino por las posibilidades de generar situaciones de impacto. (Ese personaje de alfa, un señor de edad, con modos misóginos y patriarcales en medio de jóvenes feministas)”.

De acuerdo a su mirada, Crespo amplió: “Esto del panóptico (la teoría de Michel Foucault) es muy especial, porque alimenta lo más oscuro de nosotros mismos. Eso que ocultamos a los demás, en este juego especular que propone la televisión y este programa, se expone de manera descarnada. Eso que reprimimos puede salir a través de otros. Lamentablemente sucede en un contexto donde ya desde hace muchos años surcamos una transición que debilita los límites, ‘desestructura’ instituciones, modelos, arquetipos, y no ubica nada en ese lugar”. Pérez Marchetta sostiene: “GH está velando por la normalidad, por la sociedad del control, por este juego medio perverso en el que entran 16 pero gana uno, la alegría de uno es el llanto y frustración de 15”.

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2022-11-27T08:00:00.0000000Z

2022-11-27T08:00:00.0000000Z

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