Y se hizo la luz en medio de la oscuridad de aquel errático debut con Arabia Saudita. Los últimos minutos del segundo tiempo del partido con México parecían interminables. Mientras que a miles de kilómetros de Doha, la esquina de Caseros y Mitre, tanto como en el balneario municipal Carlos Xamena, donde se instaló una pantalla gigante para que los salteños amalgamen la pasión por el fútbol con el calor agobiante de noviembre, los hinchas de la Selección rogaban porque los minutos corran más rápido y que finalmente el partido -que los tuvo con los nervios a flor de piel- termine.

Y cuando el silbato finalmente dio por terminado el encuentro la fiesta fue única. Saltos, gritos, abrazos, bailes, banderas que no dejaban de sacudirse. Y el canto de Argentina no paró. Y con una gran emoción se vivió el encuentro que para muchos de los hinchas fue sufrido. 1- Los salteños invadieron la plaza 9 de Julio.

2- Celular en mano para retratar la celebración para la posteridad.

3- La juventud, identificada con la buena onda de la “scaloneta”.

4- En el balneario Carlos Xamena hubo pileta, sol y euforia.

Fotos: Pablo Yapura y Javier Corbalán