El Tribuno

La crisis hídrica requiere soluciones definitivas

Fundado el 21 de agosto de 1949 Director: Sergio Romero

La crisis hídrica que en estos días ha privado al departamento San Martín de un suministro normal de agua es consecuencia de la sequía que asuela a todo el país desde hace más de dos años, pero, también, de la carencia de infraestructura estable para que un bien esencial como este no falte en ningún momento.

La geografía y el clima hacen que algunas zonas del país sufran rápidamente la carencia de lluvias, y esa es la realidad de nuestro norte provincial. Normalmente, promediando la primavera, en esa región caen lluvias torrenciales y en este año ya van más de ocho meses casi sin precipitaciones.

Las fuentes superficiales tienen muy poca agua; el embalse Limón ya no da abasto y el dique Itiyuro arrastra deficiencias de origen que han permitido una rápida colmatación con sedimentos, por lo cual sus aguas son escasas y no potables.

La utilización de los pozos cercanos permite cubrir emergencias con camiones cisterna, pero, con una población departamental cercana a los 180 mil habitantes, toda solución improvisada necesariamente es insuficiente. La ausencia de un proyecto de desarrollo provincial de mediano y largo plazo en el que se comprometan seriamente todos los gobiernos y los espacios políticos explica en gran parte estos momentos críticos, pero también las carencias estructurales de servicios básicos en todas las áreas rurales. El agua debe ser accesible, potable y llegar a todas las familias que viven en la provincia. En la última década, el Fondo de Reparación Histórica para el norte provincial, un crédito por US$ 185 millones, se diluyó sin que nadie termine de rendir cuentas; Tampoco se sabe qué destino tuvieron los $650 millones asignados al Ministerio de la Primera Infancia cuando fue creado en 2014 para la generación de infraestructura de agua y saneamiento. Estaba incluido en el presupuesto provincial que en 2015 ascendía a $23 mil millones. Como referencia de la devaluación producida en estos ocho años, el presupuesto de 2022 es de $271.000 millones.

Pero con la asignación de presupuestos no se resuelve nada si no hay capacidad administrativa y decisión política para transformarlos en desarrollo y calidad de vida. En este punto, vale destacar que la participación directa de los ministros de Economía y de Infraestructura, y del secretario de Recursos Hídricos de Salta permite esperar respuestas más proactivas en Aguas del Norte. Resultan, además, muy alentadoras las perspectivas de inversiones que ofrecen los funcionarios.

El agua no falta. Abundan las cuencas y las napas del subsuelo. El Acuífero Guaraní, uno de los mayores del mundo, se extiende por debajo de gran parte del Norte Grande. Según los expertos, en Salta capital, las carencias de agua en los barrios se deben, exclusivamente, a deficiencias en las cañerías, que son insuficientes y que, por obsolescencia, pierden gran parte del fluido en su recorrido. El crecimiento urbano y la construcción de nuevos edificios obliga a actualizar los servicios de agua domiciliaria y cloacas.Salta debe resolver los problemas de su gente con decisiones de largo plazo a través de organismos que funcionen y de un sistema estatal de selección de personal y monitoreo guiada por criterios de eficiencia y de evaluación permanente.El esperado boom del litio, los desarrollos de energías alternativas, la industrialización de la provincia y la recuperación de la proyección turística dependen de la sustentabilidad ambiental y social que pueda exhibir en el mercado global.Por eso, es urgente un ordenamiento territorial que permita optimizar la producción agroganadera, que es la columna vertebral de la economía salteña, estimulando la inversión y aplicando criterios de preservación del bosque, la atmósfera y el agua regidos por el saber científico, los acuerdos internacionales suscriptos por la Nación y las necesidades provinciales, dejando de lado el markéting construido por multinacionales “verdes” con intereses propios.

Sin un plan sólido y constante de desarrollo hídrico, no solo se deteriorará cada vez más la calidad de vida de los salteños sino que, además, será utópica la inserción de Salta en la Cuarta Revolución Industrial.

Opinión

es-ar

2022-11-27T08:00:00.0000000Z

2022-11-27T08:00:00.0000000Z

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