El ancho cauce del río Bermejo es, desde siempre, imponente. Se trata nada menos que de unos de los ríos más importantes de la Cuenca del Plata, el Bermejo nace en Santa Victoria, atraviesa Bolivia y desemboca en el río Paraguay. Es una frontera natural entre argentinos y bolivianos, límite que no es respetado como debería dada la necesidad del ser humano de llevar y traer objetos, mercadería y hasta personas. Su bravura suele ser verdugo de los pescadores, quienes muchas veces se aventuran a cruzar y son devorados por el río. Hace poco menos de una semana, Diego Fernando Toro, de 31 años, desapareció mientras pescaba junto a un hermano y amigos. Fernando Toro fue visto por última vez cuando intentaba cruzar el río Bermejo mientras se encontraba pescando. Según lo manifestado por los testigos, el joven pescador intentó cruzar las peligrosas aguas cuando por motivos que se desconocen se hundió, comenzó a gritar y pedir auxilio. Ocurrió el martes por la noche en el puesto denominado “Milagro Luna”, junta entre los ríos Bermejo y Colorado.

Uno de los amigos que se encontraba con Diego Fernando Toro sostuvo que estaba pescando y al cruzar el río desapareció, intentó localizarlo pero no pudo. Horas más tarde amplió la información un familiar de la víctima, quien señaló el lugar donde vio a su hermano por última vez apuntando que al encontrarse a varios metros de distancia intentó socorrerlo, pero la corriente y la profundidad del agua no lo permitieron.

En esos momentos de desesperación extrema, su hermano observó cómo Diego Toro gritaba y se hundía en el caudaloso río. Con la impotencia

días

se cumplirán mañana desde que Fernando Toro fue devorado por el río Bermejo mientras pescaba junto a su hermano y amigos. Sigue la búsqueda. de saberse a varios metros de distancia intentó salvar a su hermano, puso en riesgo su propia vida pero fue en vano, la distancia y el gran caudal de agua fueron una trágica barrera para el joven de 29 años.

Intervinieron los policías del destacamento Tabacal que junto al personal de Lacustre y Fluvial trabajan desde el martes pasado en la búsqueda sin que hasta el momento existan rastros del pescador. Los uniformados realizaron diferentes búsquedas a través del trabajo con ganchos, batido de agua, apnea, revisión de palizada con resultados negativos hasta el momento. La familia del damnificado se fueron sumando a las comisiones de búsqueda.

Con bagres en su cintura

Seis días pasaron desde que el pescador Diego Fernando Toro desapareciera mientras intentaba cruzar el caudaloso río Bermejo. Según el relato de quienes estaban con él, en el momento en que cruzaba las espesas aguas llevaba colgando de su cintura algunos bagres que había pescado horas antes, tras perder el equilibrio y hundirse comenzó a gritar sin que nadie pudiera rescatarlo. Lo que pretendía ser una salida entre hermanos y amigos terminó siendo un horror.