RaúlPadovani,presidente de la fundación Padres de Víctimas de Conductores Ebrios e Irresponsables (Pavicei), falleció anoche luego de haber permanecido internado en una clínica salteña tras una intervención quirúrgica en su cadera. Padovani tenía 73 años y en las últimas décadas tuvo una activa lucha para evitar los siniestros viales. Fue incluso uno de los impulsores para la aplicación de la ley de Tolerancia Cero, norma que en la actualidad se aplica en toda la provincia.

Según confirmaron a este medio, Padovani había sido sometido a una operación de cadera luego de que sufriera una fractura tras caerse. Lamentablemente, el fundador de Pavicei no logró superar la cirugía y falleció anoche a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Padovani no solo fue presidente de Pavicei, sino también integrante del Consejo Asesor de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y director de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT). Pavicei nació el 12 de abril de 1997 impulsada por Raúl, luego de perder a su hija por culpa de un conductor en estado de ebriedad.

Padovani, insatisfecho por la condena que le dieron al culpable de la muerte de su hija, se fue caminando desde Salta a Buenos Aires con el objetivo modificar el Código Penal y extender la condena de 3 a 5 años de prisión para los conductores irresponsables.

En una entrevista con El Tribuno antes de la pandemia, en 2019, Padovani recordó el momento en que supo que su hija había muerto. “A las 6 de la mañana suena el teléfono (12 de abril de 1997) y una voz me dice que mi hija había tenido un accidente y que su estado era irreversible, fue un golpe muy duro, no lo podía creer, porque en ese instante crees que es un sueño, pero cuando tomás conciencia te das cuenta de que es una realidad muy dura, muy cruel”, recordó.

Al rememorar su “hazaña” de ir caminando a Buenos Aires, señaló: “Para mí fue una terapia, porque cuando salí desde el cementerio donde está mi hija, salí odiándolo al tipo que le quitó la vida a mi hija, queriéndolo matar, pero me di cuenta que con eso no iba a solucionar nada y tampoco mi hija iba a volver con vida. Es más, yo fui a buscarlo una noche para matarlo, pero algo o alguien me frenó. No se gana nada con la venganza, pero eso no quiere decir que lo haya perdonado, pero sí lo entendí, porque yo muchas veces también manejé ebrio y tuve la suerte de que no me pasara nada. Nunca tuve la oportunidad de hablar con el tipo que mató a mi hija, me gustaría hacerlo para saber qué siente o que sintió cuando sucedió este hecho tan desgraciado para mí y mi familia”.