Roberto y Soledad no paran de llorar y de sufrir por el infinito dolor (aumentado por la incertidumbre), que les provocó la muerte de su hija. Reclaman falta de atención y abandono por parte del personal del hospital San Rafael de El Carril. El caso de esta familia, de apellido Laime, es tan triste como llamativo, pues los padres recibieron por una supuesta confusión en el Materno Infantil de Salta, el cuerpo de un bebé fallecido que no era la hija de ellos. Una serie de negligencias ahondó el sufrimiento de la familia Laime que no para de hacerse preguntas que no tienen respuestas.

Hasta ahora nadie les explicó las causas de la muerte de su bebé de 8 meses de gestación en el vientre de Soledad Martínez. Solo les entregaron este miércoles en la mañana las cenizas de la cremación de su verdadera hija. Pareciera que la impunidad y la desidia van a ser enterradas para siempre.

Toda la trama vivida en estos días por esta humilde pareja ha sido de terror.

La familia vive en La Población, en medio del campo y entre las jurisdicciones municipales de Chicoana y El Carril. El viernes 6, a Roberto le entregaron el cuerpo de un bebé fallecido de otro matrimonio. Esa “confusión” catalogada como tal por el Materno Infantil, originó que la otra familia creme el cuerpo de la beba de los Laime.

La historia fue contada hasta ahí con connotaciones de repudio y hasta con cambios de personal en la morgue del Materno Infantil. Pero nadie ha contado que Roberto y Soledad quieren saber por qué causa murió su bebé. Y por qué no hubo una buena primera atención en el hospital de origen, a la mujer embarazada.

Soledad contó que tenía dolores intensos y llamaron a la ambulancia del San Rafael de El Carril: “Fui derivada del hospital de El Carril al Materno. Demoraron horas en atenderme en el San Rafael. Nunca me dijeron qué pasó. Y después de todo esto nadie del hospital Materno nos llamó. Nos dejaron solos, sin explicaciones de nada. Solo me llaman para las curaciones en el hospital de El Carril”.

Además de soportar el tremendo dolor de perder a la beba, le cambiaron el cuerpo, no le dan explicaciones y para colmo, la única prueba de los motivos del deceso ya son cenizas.

Cuenta Roberto: “Después me mandaron a la abogada del hospital del Materno, que decía que fue solo una confusión y no un perjuicio para nosotros. Que la otra familia ya había cremado a nuestra hija. Recién este miércoles por la investigación judicial nos entregaron sus cenizas”.

El sencillo cortejo de este